Hacer frente a una enfermedad no es tarea fácil.
Sobrevivir en la cárcel no resulta fácil. Mucho menos si tienes que hacerle frente a una grave enfermedad.
A esas difíciles situaciones tienen que hacer frente, a la enfermedad y a la cárcel, al mismo tiempo 10 presos vascos. Todos ellos padecen diferentes enfermedades, viven diferentes realidades, algunos permanecen dispersados, otros se encuentran cerca de sus familiares y allegados. Pero, todos ellos, viven sus enfermedades en un espacio reducido y limitado, un espacio que no cumple las condiciones necesarias para poder enfrentar una situación como la que les está tocando vivir.
La justicia francesa ha analizado hoy los recursos presentados por la defensa y el procurador sobre el caso del preso lasartearra Ibon Fernandez Iradi, que resolverá el caso el próximo 7 de mayo, después de haber prolongado la decisión durante 5 meses más. Hace una semana conocíamos que el último informe médico recogía que la situación de Ibon era compatible con la cárcel. Sigue preso en la cárcel francesa de Lannemezan. Decida lo que decida la justicia francesa, una cosa está clara, y es que han dejado pasar demasiado tiempo; demasiado tiempo antes de tomar la decisión, pero también en diagnosticarle la enfermedad. Un tiempo y unas consecuencias físicas que, ya, no pueden recuperarse. Hace ya meses, que por razones humanitarias, la justicia francesa resolvió que debía quedar en libertad, pero bajo el pretexto de la necesidad de nuevos informes médicos, han mantenido en el tiempo esta grave situación que le afecta muy negativamente.
Ibon padece esclerosis múltiple, que no ha hecho más que empeorar desde que en el 2012 le diagnosticaron, por fin, dicha enfermedad. La esclerosis múltiple es una dolencia grave, degenerativa, incurable, crónica y progresiva. A la esclerosis se le suman la mieditis parainfeccionsa monofónica y una hernia discal lumbar. La enfermedad no tiene cura, no hará más que empeorar y hacerle frente a esta enfermedad, que tiene consecuencias físicas graves, en la calle ya resulta difícil. Así lo cuenta Luisi (vecina de Lasarte con esclerosis múltiple) en el documental “Oihu anizkoitza”. También comenta la importancia que adquiere la rehabilitación en estos casos y lo indispensable que se vuelve la ayuda que el entorno puede ofrecerte. Hoy, 26 de marzo el colectivo Bagoaz! ha llamado una concentración frente al ayuntamiento de Baiona a las 18:30. Y mañana, viernes, Ibonen Lagunak han llamado a movilizarse desde la plaza Okendo de Lasarte-Oria a las 20:00 de la tarde.
La situación del preso de Ondarroa Ibon Iparragirre, también está siendo complicada. Se le aplicó prisión atenuada y se encontraba cumpliendo condena en casa hasta que en marzo del pasado año volvieron a encarcelarlo en Basauri. En abril, sin embargo, lo alejaron hasta Navalcarnero. Y el pasado noviembre lo trasladaron a la prisión de Alcalá- Meco. Lo han mantenido aislado tanto en uno, como en el otro. No tiene relación con sus compañeros, su aislamiento aumenta y si algo le pasara, no tiene ningún compañero para que pueda ayudarle. Todo ello no hace más que empeorar su situación.
Volvió a pedir prisión atenuada, pero el juez de la Audiencia Nacional Jose Luis Casto le denegó dicho derecho. El artículo 100.2 comprende la prisión atenuada para los presos gravemente enfermos. Se entiende que es un derecho fundamental, puesto que la ley contempla que los presos gravemente enfermos puedan cumplir las condenas en sus casas. Las cárceles no están preparadas para atender a personas gravemente enfermas.
Ibon enfermo de VIH en el estadio C-3, tiene además, lesión cerebral en el lóbulo izquierdo. Lo que le provoca pérdida de visión y lesiones en las funciones cognitivas. Hay que tener en cuenta que el sida es una enfermedad muy grave e incurable y que además afecta neurológicamente. Esa afección, en ocasiones, le provoca que predomine en él una actitud agitada y agresiva. Y esa actitud causada por la grave enfermedad, es la que utilizan como argumento para mantenerlo aislado desde el pasado mes de junio.
La plataforma Iparra Galdu Baik ha hecho un llamamiento para participar en la movilización que este sábado, 28 de marzo, partirá desde la Alameda de Ondarroa, a la 13:00. Hace ya algunas semanas pusieron en marcha una iniciativa en la que invitaban a la ciudadanía a enviar cartas pidiendo la libertad de Ibon Iparragirre tanto al director de Instituciones penitenciarias como al juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Ya han conseguido reunir más de 5.000 cartas.
Para denunciar la situación del preso Txus Martin también hemos conocido dos convocatorias para el próximo sábado, 28 de marzo. La primera, una concentración que llama LAB ante el centro de salud de Basauri. Y la segunda, a las 20:00 de la tarde realizarán una cadena humana desde la plaza Santi Brouard de Galdakao. Txus Martin padece de Esquizofrenia paranoide con trastorno general de ansiedad. Ha padecido paranoias graves, de vez en cuando escucha voces y ha tenido conversaciones sin sentido. Debido a su situación le permiten la visita de su psicólogo de confianza. En este caso, la cárcel, y concretamente el aislamiento, tiene efectos directos sobre su enfermedad. Txus ha permanecido casi 8 años totalmente aislado en prisión y esta situación es la que le a causado la afección que sufre hoy. El aislamiento prolongado causa síntomas como fobia, paranoia y ansiedad.
——————–
Pero, tal como decíamos, no son los únicos casos. Estos son, en resumen los 10 presos vascos con enfermedades graves:
Josetxo ARIZKUREN RUIZ. 57 años. Padece de cardiopatía isquémica severa. Los problemas ligados a las cardiopatias necesitan de un estrecho y riguroso seguimiento, así como de un adecuado entorno para evitar que empeore la enfermedad.
A Lama (Pontevedra) = 697 km – 8h 18´- 97,18 € por cada visita.
Garikoitz ARRUARTE SANTA CRUZ. 35 años. Le diagnosticaron Uveitis bilateral aguda y espondilitis Espondilitis anquilopoyética. No puede recibir el tratamiento específico para hacer frente a la enfermedad degenerativa, por lo que la degeneración será más rápida de lo que debería.
Almeria = 993´km – 11h 26´ – 193,97€ por cada visita.
Inmaculada BERRIOZABAL BERNAS. 64 años. Diabetes Mellitus II (bajo tratamiento); Hepatitis B (por transfusión sanguínea); Psoriasis, artropatia con espondilitis anquilopoyética (bajo tratamiento); espondilolistesia L5-S1, espondilosis-degenerativa; prótesis completa de la rodilla izquierda; Asma bronquial (EPOC, bajo tratamiento), Hipertensión (bajo tratamiento), Sinusitis, insomnio crónico (bajo tratamiento). Esta historia clínica tan amplia necesita de la asistencia de un grupo de profesionales de diferentes disciplinas.
A Lama (Pontevedra) = 697 km – 8h 18´- 97,18 € por cada visita.
Jose Miguel ETXEANDIA MEABE. 55 años. Le diagnosticaron desorden obsesivo compulsivo, con un cuadro agudo de ansiedad. Para tratar la enfermedad se necesita de un espacio tranquilo y adecuado, donde ir tranquilizando las obsesiones y ansiedades.
Topas (Salamanca) = 450 KM – 5H07 – 54,03€ por cada visita.
Iñaki ETXEBERRIA MARTIN. 51 años. Padece miopia magna con coriorretinitis miopica. Le diagnosticaron un Glaukoma bilateral; lo que pedia ajustar el tratamiento, para no interferir en la gravedad de la patologia fundamental de la retina. Los últimos dossiers médicos apuntaban a la perdida de visión continua e irreversible.
Topas (Salamanca) = 450 KM – 5H07 – 54,03€ por cada visita.
Ibon FERNANDEZ IRADI. 44 años. Esclerosis múltiple. Una enfermedad grave e incurable, que tiene consecuencias físicas y psicológicas muy graves. La autonomía del paciente queda muy limitada, ya que la enfermedad va en aumento progresivo, y también por el estrecho seguimiento que el tratamiento precisa. Es obvio la necesidad de un entorno adecuado en el caso de este tipo de enfermedad, lejos de situaciones de estrés y recibiendo una alimentación adecuada para no sufrir brotes. Además, necesita de un centro médico especializado para poder recibir el tratamiento adecuado.
Lannemezan = 229 km- 2h 28´ – 44,84´€ por cada visita.
Aitzol GOGORZA OTAEGI. 40 años. Aitzol sufre de trastorno obsesivo compulsivo crónico y trastorno depresivo con peligro de autolisis. Es indispensable el apoyo afectivo del entorno en enfermedades de este tipo, y precisaría estar en libertad para poder afrontar de forma eficaz su enfermedad, junto a su entorno afectivo y bajo la supervisión y cuidados estrictos de su salud.
Basauri (Bizkaia)
Ibon IPARRAGIRRE BURGOA. 42 años. Enfermo de VIH en la fase C y lesión cerebral en el lóbulo izquierdo. Este último le provoca pérdida de visión y una merma de algunas funciones cognitivas. El VIH es una enfermedad grave e incurable, y además, le afecta neurológicamente. Es por ello por lo que en ocasiones adopta actitudes agresivas y confusas. En prisión carece de recursos para hacer frente a esta enfermedad, y hoy en día en la cárcel no garantiza el entorno que una enfermedad infecciosa necesita.
Alcalá Meco = 458 km – 5h 23´ – 80,60 € por cada visita.
Jose Ramon LOPEZ DE ABETXUKO LIKINIANO. 66 años. Padece de Bradicardia sintomática con fibrilación auricular, adenoma de próstata y cerbicoartrosis.
Villabona (Asturias) = 367 KM – 4h 20´ – 36 € por cada visita.
Jesús Maria Martin Hernando. 52 años. Esquizofrenia paranoide y trastorno de ansiedad generalizada. Sufre paranoias y conversaciones sin sentido. También tiene insuficiencia aortica moderada. No puede permanecer aislado en prisión, ya que ha sido esta la situación que le ha provocado esta grave enfermedad.
Basauri (Bizkaia)
Hay que poner de manifiesto todas estas situaciones, hay que hacer que se conozcan y ponerlas en vías de solución cuanto antes. En diferentes pueblos se están llevando a cabo diferentes iniciativas y aportaciones. Entre diferentes, de diferentes modos, pero empujados por la misma necesidad; dar cuenta de estas vulneraciones de derechos. Algunos enviando cartas, otros haciendo concentraciones o movilizaciones, o incluso, grabando y compartiendo un documental, en varios barrios y entre vecinos, día y noche, están dando a conocer estas realidades. Nosotras también tenemos mucho que decir y que hacer ante estas vulneraciones de derechos tan graves. Demos un paso, cada uno como pueda y como mejor sepa, para denunciar y poner en vías de solución la situación de los y las presas enfermas.