Con el lema «altxa, IZAN BIDEA, presoak etxera» SARE organiza una marcha hasta la cárcel de Pamplona para el 20 de junio

Tal y como hemos ido alertando todas estas semanas, con el estado de alarma por el Covid-19, la situación en las cárceles ha empeorado notablemente, en muchos casos, llevando a personas presas y sus familiares a situaciones extremas.

Hasta el punto de que las consecuencias que están padeciendo los presos vascos y sus familiares sea de extrema gravedad.

En la actualidad y por dar datos significativos podemos decir que:
Son 17 los/las presos/as con enfermedades graves e incurables. Dos presos con más de 70 años, 12 presos/as de más de 65 años y 24 presos/as con más de 60 años. El 80% de los/as presos/as vascos/as en prisiones del estado español está a una distancia entre 400 y 1000 kilometros. Y de los/as 198 presos/as vascos/as que están en cárceles españolas, 156 están en primer grado.

A esto hay que añadirle las consecuencias negativas en prisión que ha generado el estado de alarma por el Covid-19: prohibición de visitas a consecuencia del alejamiento, casi tres meses sin que los/as niños/as puedan visitar a sus padres en prisión, medidas restrictivas que se han adoptado en las prisiones para hacer frente a la pandemia y que en consecuencia endurece aún más si cabe las condiciones en las cárceles, vulnerando aún más derechos tanto a presos/as como a sus familiares.

A esta grave situación hay que añadir el derrame cerebral sufrido por Julen Atxurra, el enésimo recurso que se interpone a Jakes Esnal para impedir que acceda a la libertad condicional después de 30 años de reclusión, la negativa a poner en libertad por enfermedad a Josu Urrutikoetxea o la decisión de aplazar los permisos de salida en tercer grado de seis presos vascos. La situación de Patxi Ruiz también, hoy cumple 30 días en huelga de hambre, es ejemplo de una situación extrema que tiene como origen esa política de excepción que se aplica a los presos vascos. Todas estas situaciones dejan en evidencia que es necesaria una solución urgente.

Hay que acabar de una vez por todas con las medidas de excepción que los gobiernos francés y español aplican a los presos/as vascos/as. Con urgencia y con responsabilidad, por la situación en la que nos encontramos.

Por todo ello, y viendo la extrema situación en las cárceles, nuevamente hacemos un llamamiento a la sociedad para salir a la calle. El 20 de junio, animamos a todas a participar en la marcha a pie que partirá del Paseo Sarasate y finalizará en la cárcel de Iruña.

Dentro de la dinámica ‘Izan Bidea’ recorramos entre todos/as el camino que traiga a casa a los/as presos/as vascos/as.
Es hora de levantarnos, es hora de ser parte del camino y es hora de traer a casa a los/as presos/as vascos/as.