Debemos apartar las piedras del camino

Desde la declaración de Aiete de 2011, nuestra sociedad ha visto y ha sido participe de innumerables iniciativas que pretenden seguir avanzando en un proceso de solución; esta sociedad quiere cerrar las puertas al sufrimiento, quiere vivir en un escenario de paz.

Sin embargo, la respuesta a ese anhelo de paz ha sido respondida incesantemente por parte de los gobiernos de Madrid y París con mas vulneraciones de derechos humanos a las personas presas o exiliadas, utilizando la política penitenciaria y el sistema judicial como un activo contra la paz.

Y a esos obstáculos que nos encontramos día a día, debemos sumar también el ataque contra 8 autobuses de Bizkaibus en la madrugada del domingo. Desde SARE estamos absolutamente convencidas que a la política penitenciaria, vengativa e ilegal, de los gobiernos hay que hacerle frente desde la fuerza de una sociedad, que no esta dispuesta a permitir la muerte lenta en prisión de decenas de presos y presas que deberían estar en libertad. Cualquier otro acto sólo beneficia a la postura de los gobiernos.

Hemos recalcado en los últimos días que no esperamos nada de unos tribunales españoles sometidos a la estrategia del ministerio del Interior, incluso a sabiendas de que las decisiones judiciales que toman son contrarias a la propia legalidad vigente y a la legislación europea sobre la cuestión. Sólo una gran red, sólo la activación y la presión social, va a posibilitar mover las piedras del camino, va a conseguir que los presos y presas enfermas sean puestas en libertad, que la dispersión sea un capitulo del pasado y no del presente, o que se acabe con la excepcionalidad de las leyes que se aplican a los y las presas, exiliadas y deportadas.

En relación a las interpelaciones recibidas por algún agente en referencia al ataque realizado contra los autobuses de Bizkaibus, queremos transmitir que, SARE, no necesita que nadie le inste a decir nada. Y menos quienes mantienen una posición tibia ante la constante vulneración de derechos que sufren los y las presas vascas. Basta de poner la carga de la prueba sobre los colectivos que defendemos sus derechos, mientras se rehuye a instar al Gobierno español a terminar de una vez por todas con tanto sufrimiento.

Por último, queremos invitar a toda la ciudadanía a seguir tejiendo esa red en defensa de los derechos humanos, la solución y la paz. A eliminar las piedras que día a día nos vamos encontrando en el camino y a seguir avanzando por encima de cualquier obstáculo porque merece la pena y porque nos lo merecemos.